domingo, 8 de diciembre de 2013

DÉJALO PASAR


Aún no he armado el árbol de navidad, y eso me parece casi de terror. ¿Por qué? Porque yo siempre he sido el entusiasta de mi pequeña familia, es decir, siempre he disfrutado de una manera que no entenderían el acomodar todos los adornitos, poner la estrella en la punta y, finalmente, prender las brillantes luces navideñas. Siento que me estoy traicionando a mí mismo, y no quiero crecer o, mejor dicho, dejar de ser yo. 

Lo que acabo de decir es un ejemplo perfecto de lo que nos pasa todo el tiempo, a cada instante de nuestra inesperada e inconstante vida. Sufrimos cambios, pero muchas veces nos resistimos a estos, aunque finalmente nos derroten y pasen a ser parte de nosotros. Pero supongo que no es tan malo, sino no nos adecuaríamos a quienes somos ahora, porque no somos los mismos de hace un año. El año pasado, por esta época (diciembre), yo era un infeliz trabajador de un restaurant de comida rápida y estaba en una academia preuniversitaria soñando con ingresar a la universidad. Ingresé a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Un año antes soñaba con ingresar a la Universidad Católica del Perú. Y un año antes a este quería ser arquitecto, no abogado como aspiro ahora. 

Este año, ha sido de grandes cambios, pero, exceptuando lo referente a mi árbol navideño, han sido extraordinarios. En tercero de secundario yo maldecía porque el Estado, por ejemplo, no donaba algunos millones de soles a la Teletón; hoy sé que eso no es posible porque hay miles de ONGs y asociaciones que necesitan igual o más ayuda, y no se puede satisfacer a todas, por lo tanto, se estaría actuando de forma desigual y favoreciendo injusta e ilegalmente a una organización como esta. Además, sé que el dinero del Estado es el dinero de todos nosotros, así que el destino de este es retribuirlo a todos sus aportantes mediante obras públicas e instituciones. 

Desde niño mi mayor sueño era ser millonario... Dinero por aquí y por allá, eso creía que iba a ser mi gran mundo perfecto. Hoy, como también para la gran mayoría, es uno de mis sueños, pero tan solo uno más. También anhelo poder ser un buen abogado. Quiero cambiar mi entorno, ayudar a mi familia y a mi país. Me imagino un Perú próspero económicamente y también en desarrollo humano. Pero creo que todo esto se logrará con la libertad, el liberalismo; es decir, hacer lo que uno desee con su vida, siempre y cuando no afecte a otra persona. Esto del liberalismo es un tema mucho más amplio y lo tocaré en alguna otra entrada. 

Solo me queda hablar de los amigos. Estos también han cambiado enormemente. El 2013 ha sido extraordinario para mí respecto a este punto. He hecho muchos amigos (y amigas) valiosos en la universidad y en otros lugares. La carrera de Derecho y San Marcos han permitido que pueda hacer amigos de mi año (mi ciclo es anual), pero también de otros años, incluso de personas que acaban de egresar. En la Facultad hay una dinámica de integración increíble... Existen tantos eventos, agrupaciones políticas, grupos de estudio, asesorías y alumnos, que es casi imposible no poder socializar y conocer grandes —realmente grandes— amigos en todos los años de la carrera. También —a mi pesar— he perdido contacto con muchas otras personas que eran especiales para mí. No debo decirlo, pero hay gente que se ha vuelto realmente estúpida. Y otras pérdidas han sido simplemente porque cuando el tiempo pasa la gente se aleja y es inevitable que esto pase. Tengo muy bonitos recuerdos de mis mejores amigos de la infancia, y pensé que nunca perderíamos esa confianza y unión que teníamos. Pero mirémonos ahora, ya no hablamos, solo somos amigos de facebook. A veces quise retomar la conversación o intentar algún reencuentro, pero la amistad forzada no funciona, es incómoda e ilógica. No, los muertos no se reviven. Solo nos quedan los bonitos recuerdos, y no los ensuciemos con los nuevos de una amistad forzada, sosa y aburrida.


Me prometo a mí mismo armar ese bonito arbolito y subir una foto de este. 



Hablando de amigos de la universidad, esta foto me la tomaron con una gran amiga que es parte del grupo de amigos con el que siempre paro. 

8 comentarios:

  1. Buenas líneas, solo recomiendo reconsiderar un estereotipo anterior si éste fue mejor que el actual.. y en base a éste forjar uno mejor.
    Es cierto que todo cambia, de hecho lo estamos haciendo a cada segundo, a cada instante. procuremos hacerlo para mejorar.
    Deseo buenas experiencias subjetivas para cambiar para mejor...experiencias subjetivas, es la base del cambio.

    Un abrazo

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Claro, suena muy bien reconsiderar las cosas y ser como antes, en el caso de que hayas sido una mejor persona o hayas estado haciendo mejor las cosas. Sin embargo, a veces ya no se puede.

      Borrar
  2. Aburrido, esto es un verdadero blog: lalibretahelada.blogspot.com LOL

    ResponderBorrar
  3. recién leo este blog, muy bueno eh

    ResponderBorrar
  4. Todo cambia, recien estoy pasando por eso y duele. Amigos que pensabas que eran los mejores y ahora ,solo recuerdos

    ResponderBorrar
  5. Todo cambia, recien estoy pasando por eso y duele. Amigos que pensabas que eran los mejores y ahora ,solo recuerdos

    ResponderBorrar
  6. Todo cambia, recien estoy pasando por eso y duele. Amigos que pensabas que eran los mejores y ahora ,solo recuerdos

    ResponderBorrar